lunes, 25 de marzo de 2013

Vida de Maleta


Más bien parecían unas actrices sacadas de una peli de terror o de un programa de esos en que te cambian de look por necesidad social. Maquilladas a lo guacamayo, cacareaban a grito pelao' resultando obscenas a los oídos. Les gustaba llamar la atención, y lo hacían, vaya que lo hacían, pero no como a ellas les hubiese gustado. De su ropa, solo diré que verlas me recordaba a esa frase de la canción de Pereza "qué difícil ser lo más que fácil ser elegante". Como dice mi madre, lo importante es la percha. Su presencia resultaba vomitiva a mi tranquila existencia. Su discurso era un sin sentido continuo. Profesoras altruistas daban clases por doquier a quien se les plantase por delante, provocando risión en lugar de erudición. Eran tan altivas, tan inteligentes y tan listas que no se dieron cuenta de que pasearon por sus vidas como si de maletas se tratasen.

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